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2020-05-02

El sentimiento de la familia Roig

Socios hace tres años con un marcado sentido de pertenenecia. Su amor por el club y sus deseos de que la pandemia se termine para regresar al espacio de todos.



De generación en generación Olímpico fue transmitiendo valores inclaudicables a través de sus socios, dirigentes y allegados. Con el paso del tiempo ese sentimiento se fue fortaleciendo dándoles lugar a muchas y diversas familias que se sumaron para expresar fidelidad y buenas costumbres en un ámbito que los cobijó sin distinciones y les permitió desarrollar sus actividades sociales y deportivas con un marcado sentido de pertenencia.
Hoy presentamos a la familia Roig, conformada por Javier, Andrea, Luciana y Xavier. Son socios hace tres años luego que el pequeño Xavier comenzará a practicar en la escuelita de básquet. A partir de entonces el interés fue creciendo por la Colonia de Vacaciones y otras ofertas que ofrecía el club orientadas a todo el grupo familiar. Así fue como comenzaron a disfrutar de los partidos de Liga Nacional y de cumpleaños festejados en el quincho.
“El club está incorporado en nuestra rutina semanal llevando a Xavier a sus clases de básquet con el profe Álvaro García Sánchez, un formador con gran vocación que se sabe ganar el afecto de niños y padres. A veces vamos a pelotear los fines de semana con mateada familiar de por medio”, comenta Javier Roig.
En relación con la presencia en los partidos de liga nacional que Olímpico juega en el Vicente Rosales, recuerda que “fuimos por primera vez cuando Xavier y los chicos de la escuelita entraron a la cancha con los jugadores, a partir de entonces no dejamos de ir nunca. Se convirtió en un ritual para nosotros desde los preparativos hasta el juego y nuestro propio tercer tiempo donde comentamos las jugadas y todo lo observado. Fue un viaje de ida realmente aquella primera experiencia”.
Javier Roig agregó que luego de la pandemia supone un regreso al club “emocionante para todos. Con mucha alegría por ver a nuestro hijo reencontrarse con sus compañeros y con su profe Álvaro a quien tanto extraña. Imaginamos a todos aplaudiendo espontáneamente y con alguna lágrima indiscreta cayendo por sus rostros”.
Finalmente dijo que confía plenamente en la dirigencia y el acompañamiento de los socios para recuperar el esplendor que mantenía antes de esta situación que obligó a las autoridades políticas y sanitarias a determinar el aislamiento preventivo y obligatorio. “Olímpico ya resurgió de sus propias cenizas como el Ave Fénix. No dudamos en la gran capacidad que tendremos todos juntos para levantarlo y lograr ubicarlo en el lugar que se merece. Que Dios ilumine las mentes de los dirigentes para que puedan tomar las medidas más acertadas con respecto al rumbo a seguir y bendiga a todas aquellas personas que se acerquen para ayudar desinteresadamente”.
  



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