Olímpico sorprendió con un gran arranque, desde el perímetro, castigando de tres puntos y pisando el acelerador con un letal 11 a 0. Pero Ferro tuvo una reacción rápida, un retorno fantástico y casi perfecto, gestado con el ingreso de Cuello desde los triples más Balbi y Maldonado. Los capitalinos encontraron una pieza conocida pero clave en el banco, consiguieron un despertar ideal y hasta cerraron el primer cuarto 21-16 arriba, opacando los buenos primeros minutos que había tenido la visita.
Lamonte fue un tubo de oxígeno para Olímpico, no porque el equipo haya estado complicado pero sí por la solución que arrimó. Lo del escolta fue brillante, Olímpico se reacomodó y la paridad volvió a reinar. A priori Ferro siempre tuvo una iniciativa mayor, aunque el Negro bandeño siempre estuvo al acecho, Van Lacke y Guaita fueron otros de los motores y justamente este último cerró el primer tiempo con un bombazo fantástico. Al descanso largo, Ferro se impuso por 35-34 pero con una paridad bestial dentro del trámite.
El momento de Balbi siguió en pleno ascenso y eso fue un plus para Ferro, que además empezó a pesar primero con Clemente y después con un rendimiento en alza de Alessio. Ese juego interior más la conducción de Balbi fue la llave que abrió la grieta del partido, aunque Olímpico resistió cada embate y de hecho entró al último cuarto con ventaja de 53-52. Toda la producción bandeña se guió básicamente por un fenomenal Guaita, explosivo, líder y autor de dos triplazos en las últimas instancias del parcial.
Ferro siguió buscando un desequilibrio a través de su intensidad y el picante que ofreció desde sus protagonistas clásicos. Si bien la defensa fue un aspecto determinante para cerrarle los caminos a Olímpico, los triples de Maldonado volvieron a poner a Ferro en la órbita, para que después entre un gigantesco Alessio y la brillantez de Tantos la historia empiece a inclinarse definitivamente a favor del local.
Los de Caballito jugaron un último cuarto perfecto, porque Tantos dio una mano determinante desde su revolución y porque Alessio se cargó el equipo al hombro. Olímpico nunca encontró la solución para frenar a Alessio, mientras que lo que se fajaron algunos puntos como Hernández también contribuyeron al lúcido cierre capitalino. De a poco lo fue liquidando, Ferro nunca lo terminó de cerrar de forma definitiva hasta los últimos minutos pero manejó una brecha que rondeó en siete unidades (66-59 ya a cuatro minutos del final) y que se mantuvo hasta las últimas instancias.