El partido ofreció muy poco para el análisis ya que Boca lo dominó de principio a fin y generalmente con diferencias abultadas. Dentro de ese contexto, el primer cuarto fue de lo más parejo ya que cuando el dueño de casa amenazó con sacar dos dígitos de ventaja apareció Arias y al cierre llegaron con el local ganando 20-14.
Ya a partir del segundo la cosa empezó a tomar su rumbo definitivo. El Xeneize gozó de un goleo parejo, fue duro en defensa y de a poco se fue alejando ante un Olímpico al que le costaba demasiado cada posesión. Así las cosas, el de Vallet se fue a los vestuarios con una clara diferencia de 45-33 a su favor.
Los veinte minutos finales prácticamente sobraron. Olímpico jamás pudo quebrar la barrera mental de los dos dígitos de diferencia, mientras que a Boca le alcanzó con su sobria labor colectiva y distintas ráfagas puntuales en ataque (Facello, Pereyra, Pérez) para ganar un partido que terminó mucho antes de la bocina final.